El concepto de ambientes de aprendizaje, también denominado ambientes educativos, suele ser relacionado con diversas disciplinas. Por medio de lo respectivo a la perspectiva ambiental de la educación, la ecología, la psicología, entre otras, se ha intentado contribuir a delimitar este concepto que demanda, actualmente, ser reflexionado por la proliferación de ambientes educativos que no son propiamente escolares.
Hablar de los ambientes educativos desde la interdisciplinariedad enriquece, abriendo posibilidades cautivantes de estudio, aportando nuevas formas para tratar y solucionar problemas escolares y ofreciendo un marco conceptual que ayude a comprender mejor el fenómeno educativo e intervenirlo con mayor pertinencia.
Es hoy en día que la escuela cohabita con instancias comunitarias y culturales, colaborando con la formación y sociabilización del alumnado y que contribuyen a ese vínculo presencial que quizás se haya visto perjudicado en los tiempos que corren. A razón de ello, las grandes transformaciones suponen el establecimiento de nuevas modalidades donde se rebasen los escenarios escolares.
La educación se encuentra descentralizada de sus viejos escenarios como la escuela y sus prácticas, actores y modalidades han ido mutando, traspasando esos muros, extendiendo su función formativa tanto como sociabilizadora a otros ambientes como la ciudad y las redes informáticas, a sujetos que no son necesariamente niños, sino también adultos y mediando saberes que van más allá del discurso del maestro y el libro.
Concepto de ambiente:
La palabra "ambiente" data de 1921, introducida por geógrafos que consideraban que el término "medio" no bastaba para dar cuenta de la acción del ser humano sobre el mismo. El ambiente deriva de la interacción del sujeto con el entorno que lo rodea. Se trata de algo activo que involucra al ser humano y, por lo tanto, involucra acciones pedagógicas en las que quienes aprenden están en condiciones de reflexionar sobre su propio accionar y el de los otros, en relación al ambiente.
Por otra parte, el ambiente se concibe como el conjunto de factores internos bilógicos y químicos, físicos y psicosociales que colaboran o dificultan la interacción social. El ambiente, así, debe trascender la noción básica de espacio físico y abrirse a los diversos vínculos humanos que aportan sentido a su existencia. Se trata de un espacio de construcción significativa de la cultura.
Es importante que dentro de éste, el ambiente, se generen relaciones que establezcan afectos, sin embargo, los ambientes de aprendizaje no solo se dan en instituciones educativas, considerando que los seres humanos aprenden dentro y fuera de la escuela.
La idea de dichos ambientes de aprendizaje, dentro y fuera del aula, se deriva de la idea de que el hombre, individual como organizado, se desarrolla en múltiples actividades y en diversos escenarios concretos como sociales, resaltando la interacción o forma de comunicación emocional que se presenta (Reboratti, C. 2006).
Los ambientes educativos también están signados por la identidad, pues la gestión de la misma y lo cultural dan la posibilidad de crear relaciones solidarias, comprensivas, de apoyo mutuo e interacción social. El pensar al ser humano como un alguien aislado de lo que lo rodea no solo le perjudica en su individualidad sino que también lo aleja de poder colaborar en su entorno y que el mismo pierda la posibilidad de enriquecerse gracias a sus aportes.
¿Qué caracteriza a la creación de un ambiente de aprendizaje?
En la actualidad, los ambientes son considerados una pieza clave para generar aprendizajes significativos, ya sea en espacios físicos como el aula o el exterior. Pero no solo podemos enmarcar estos ambientes a espacios físicos, ya que la parte socioemocional influye significativa y directamente en las formas en cómo aprendemos los humanos, por lo que un buen ambiente que busque generar buenos aprendizajes debe de contar con espacios adecuados o con construcciones de relaciones entre estudiantes, docentes, mediadores, que generen una relación más afectiva con los alumnos donde lo lúdico y la motivación puedan ser algunas de las herramientas a utilizar.
Generar las condiciones, circunstancias y dinámicas que puedan hacer de un ambiente en el que los sujetos vivan experiencias de aprendizaje, es importante para propiciar en estudiantes el desarrollo de procesos tales como la exploración e indagación a través de estrategias pedagógicas que dinamicen las actividades de enseñanza, rompiendo con las rutinas.
Es vital que los espacios brinden condiciones óptimas que faciliten y logren enriquecer el aprendizaje aunque quizás no siempre se obtengan respuestas inmediatas pues el foco se coloca en incentivar la investigación, promover la independencia permitiendo desarrollar las habilidades propias del individuo, por lo que los ambientes de aprendizaje no solo dependen del entorno sino también de la interacción que tenga el individuo con el mismo.
Propuesta de trabajo:
Motivada por la propuesta de trabajo de imaginar la creación de un ambiente de aprendizaje que recoja los elementos que hayan aportado contenido, es inevitable hablar sobre el diseño de un "espacio" o entorno nuevo que va más allá del aula, esas cuatro paredes de la escuela. A razón de esto vincularé los aportes de la neuroeducación y los trabajos vinculados a la evaluación para aproximarme al objetivo.
A partir de dicha propuesta surgen preguntas a la hora de elaborar dicho diseño que funcionan como disparadores:
¿Cuáles son los espacios físicos en los que se aprende?¿Son el aula, los pasillos, la biblioteca, el hogar, la plaza?
¿A través de qué dispositivos se aprende?
¿Con quiénes se aprende? ¿ Qué medios y herramientas se utilizan para interactuar entre los sujetos?
Si hablamos de neuroeducación, se plantea que el cerebro posee tres funciones básicas para el aprendizaje: la memoria, la atención y la motivación. El aprendizaje es algo excitante y emocionante pero si se lo siente como un castigo, la memoria lo registrará de esa manera. Cuando se coloca al estudiante en la toma de decisiones y en hacer cosas para que reconozca qué conocimiento es pertinente o no, el alumno no se coloca en la mera posición de tener que recordar cosas para sortear los obstáculos sino que puede encontrarse con la motivación que lo catapulte a comenzar o continuar investigando. Es así que se busca que quienes participen del aprendizaje se sienta parte del todo como integrantes, co-creadores y no solo como receptores de información.
Adjunto una presentación sobre los Aprendizajes y la Neurociencia:
https://www.youtube.com/watch?v=VmRu16yUQyU
Consideraciones para un "ambiente ideal":
El trabajo en equipo:
Para la toma de ciertas decisiones, algo vital resulta ser el trabajo en equipo. Podemos pensar en un ambiente donde nos apartamos del individuo y se construye el colectivo. El aprendizaje depende en gran parte del otro, porque a través de él se logra la comunicación, el intercambio de ideas y la construcción del conocimiento. La sociabilidad, según Carballo y Portero, está directamente vinculada a la felicidad y su ausencia se asocia, justamente, con problemas de índole física y emocional. Así, si el aprendizaje tiene lugar en un contexto grupal y de cooperación, se pueden fomentar los procesos de empatía y sus habilidades sociales facilitarán el camino para encontrar su lugar en el mundo.
También cabe destacar la importancia de dejar de compararse menos con el otro y aprender a ser sí mismo, quererse, respetando y entendiendo que no todos somos iguales.
El juego:
Otra de las cosas que debemos de aproximar a este ambiente es al juego. El mismo es considerado un mecanismo neural natural capaz de despertar la curiosidad, generar placer y permitir el descubrimiento de nuevas habilidades. Las diferentes situaciones de juego aumentan el bienestar, la autoestima y confianza, la curiosidad y, por lo tanto, la motivación para aprender. "El juego es el arma más poderosa del aprendizaje" según Francisco Mora, y es, realmente, uno de los recursos más eficaces a disposición de los docentes. En el juego se fijan pautas, objetivos, metas y retos, que hacen al alumno descubrir y aprender mientras desarrolla nuevas competencias. Las escenas inventadas, lo lúdico, son estimulantes de la imaginación.
"No por la fuerza aprenderá un niño, sino a través del juego"(Platón, S. IV A.C.).
En este video del programa "¿Neuroqué?", de la productora argentina Paka Paka, podemos observar como un tío intenta aproximar ciertos conocimientos a su sobrina sobre el aprendizaje.
https://www.youtube.com/watch?v=7JLbCoOteBI&list=PLrogq9k7D08fiaZyrlBR8_Gn0golw5ms-
El arte:
El arte ha permitido transmitir la cultura en toda su extensión. Desde los primeros años de vida el niño juega, baila, canta, dibuja, permitiéndole un correcto desarrollo que le permitirán aprender a aprender a lo largo de toda su vida. Y es mediante dichas actividades que el individuo se divierte, se expone e intenta mejorar.
La educación artística "nos permite adquirir toda una serie de competencias mentales que están en plena consonancia con la naturaleza social del ser humano y que son imprescindibles para el aprendizaje de cualquier contenido curricular." (Guillén, J. 2017).
Las actividades artísticas están arraigadas al desarrollo del individuo desde su nacimiento generando una especie de "recompensa" cerebral natural necesaria para el aprendizaje porque las prácticas de cualquiera de las manifestaciones artísticas lleva asociada un componente emocional que motiva y permite contemplar al mundo desde otra perspectiva.
El arte nos hace hablar, expresarnos, perder esa cuota de vergüenza donde si existe un buen manejo de las emociones, se logrará volcar con éxito para que otro pueda apreciarlo, vivenciarlo, sentirse identificado como también motivarle a que el otro también se exprese.
A continuación, la experiencia de un grupo de Kinder Five y su vínculo con el arte a la hora de aproximarse a una segunda lengua.
La evaluación:
La
evaluación
es una herramienta de suma importancia dentro de los procesos
educativos. El
proceso evaluativo, de alguna forma, viene a romper con aquella evaluación tradicional,
herencia de un sistema enfocado en obtener calificaciones o
certificaciones. La importancia a la nota más no al proceso de
aprendizaje, dejando diversos matices sin valorar, la presión por
obtener calificaciones desembocando en la frustración estudiantil,
descartando la motivación, deben de ser
aspectos a tener más que en cuenta.
“La
Evaluación no es ni puede ser un apéndice de la enseñanza ni del
aprendizaje; es parte de la enseñanza aprendizaje. En la medida en
que un sujeto aprende, simultáneamente evalúa, discrimina, valora,
critica, opina, razona, fundamenta, decide, enjuicia, opta [...]
entre lo que considera que tiene un valor en sí y aquello que carece
de él. Esta actitud evaluadora, que se aprende, es parte del proceso
educativo que, como tal, es continuamente formativo”.
(Camillioni,A.,
Celman, S. y otros,1998,p.37).
La
evaluación, como tal, no debe ser vista como el cierre que solo se
construye al final de clase sino que la misma forma parte de todo el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Es una herramienta de conocimiento
que brinda a los sujetos implicados las mismas posibilidades de
acercarse a lo aprendido.
Es
gracias a la retroalimentación que el docente indaga sobre las
bondades y errores de sí mismo, pudiendo acercar a los estudiantes,
como facilitadores, a seguir desarrollando sus actividades de manera
independiente. Para que la evaluación funcione como una forma de
construcción de conocimiento autónomo, los actores (estudiantes y docentes)“deben estar
interesados”(Celman,S.1993).
Si
nos centramos en el hoy, es inevitable dejar de lado los constantes
avances tecnológicos que nos atraviesan tanto a docentes como a
estudiantes. Podemos
decir que el uso de lo tecnológico vinculado a la educación debe de
ser estratégico. Somos resultado del incesante crecimiento de las
tecnologías pero no por ello deberíamos de pensarlas como la
solución a todo sino encontrar la forma de integrarlas.
Podemos mencionar que como docentes amerita
que desarrollemos nuevas capacidades para evaluar aprendizajes
generados por los nuevos instrumentos. Necesitamos aprender y enseñar
a realizar curadurías de todo el contenido que encontramos en las
redes. "La red de redes no es solo una biblioteca" (Cobo,
C. 2016), para ello se necesita la creación de nuevos instrumentos
de evaluación en "tiempos de sobreinformación" que
colaboren no solo en reconocer habilidades y conocimientos.
Podemos
darnos el lugar para soñar con una evaluación encargada de medir
cuán preparados están los estudiantes para aprender y no solo a
medir lo ya aprendido; aprender a aprender, aprender haciendo y saber
ser son cualidades que los docentes deberíamos de adquirir para
poder entender que el mundo que nos rodea es un todo y no solo las
cuatro paredes del aula.
Blog: Transformar la escuela.
http://www.jblasgarcia.com.
Conclusiones:
La escuela continúa siendo hasta el día de hoy uno de los ambientes de aprendizaje más importantes en la sociedad pero la misma nos habilita a repensar ambientes desde perspectivas distintas y complejas que no reduzcan el problema a una sola de sus dimensiones. Entre estas perspectivas se tratan los ambientes desde lo lúdico, lo estético y las nuevas mediaciones tecnológicas, para señalar ejes sobre los cuales pueda girar una reflexión más profunda sobre la educación.
El proceso evaluativo debe de ser entendido como una adaptación continua a las necesidades de cada uno, partiendo del hecho de que todos somos diferentes también a la hora de aprender. Poder valorar los potenciales partiendo de los puntos fuertes y habilidades para permitirle desarrollarse al individuo en todas sus facetas, es menester.
La evaluación de los procesos enseñanza-aprendizaje se deben de abordar desde múltiples facetas, viendo a la evaluación como el proceso que parte de la detección y valoración de necesidades específicas que nos permitan acceder, también, al perfil individual. Enseñar y aprender comienza por evaluar las necesidades particulares de nuestros alumnos.
En la intención de vincular espacios exteriores como prolongación de la actividad escolar y a lo escolar mismo como un "cuerpo poroso" que no es ajeno a su contexto, es que podemos pensar en diferentes propuestas. Debemos trascender la idea de que todo aprendizaje se desarrolla entre cuatro paredes. Los escenarios son diversos y gracias al desarrollo de currículos que los integren, se podrá avanzar a la idea de conjunto que integra lo interior tanto como el exterior del entorno físico del aula.
Por lo tanto, se podrían promover ambientes que:
- favorezcan la convivencia social y los aprendizajes
- habiliten la posibilidad de establecer una interacción comunicativa afectiva y circular entre el docente, el estudiante, el grupo y la sociedad
- consideren las diferencias individuales
- fortalezcan la autoestima de todos los sujetos involucrados - generen relaciones sólidas entre los individuos
Todo lo previamente listado resulta muy pertinente a la hora de imaginar un ambiente de aprendizaje amigable.
Bibliografía:
-Acaso,
M. (2009) “El lenguaje visual”. Barcelona:
Paidós.
-Biggs,
J. (2012)."What the student does: teaching for enhanced learning".Higher Education Research & Development. Vol. 31, Iss. 1.
-Camilloni,
A y otros
(1998) “La evaluación de los aprendizajes en el debate didáctico
contemporáneo”. Buenos
Aires, Barcelona, México: Paidós.
-Cobo,
C. 2016. “La
Innovación Pendiente.: Reflexiones (y Provocaciones) sobre
educación, tecnología y conocimiento”. Montevideo: Penguin
Random House.
-Cols,
E (2007) “Problemas de la enseñanza y propuestas didácticas a
través del tiempo”. En el Saber Didáctico. Buenos Aires: Paidós.
-Guillén,
J. 2017. “Neuroeducación
en el aula:
De la teoría a la práctica” Createspace.
-Mora,
F. 2017.“Solo
se puede aprender aquello que se ama”. Madrid: Alianza.
Comentarios
Publicar un comentario